lunes, junio 30, 2014

Twitter. La tormenta perfecta en emergencias

Las redes sociales han traído consigo una democratización del acceso y la producción de información. Nos permiten obtener y aportar de forma sincrónica noticias. Con ellas el paradigma comunicativo ha cambiado y todos y cada uno de sus usuarios se han convertido, en potencia, en una suerte de reporteros. Sin embargo, este hecho, de indudable valor, plantea en el horizonte una tormenta perfecta. Una catástrofe aumentada se está formando. Es la que desencadenará un bulo no frenado a tiempo. Un rumor que acabará provocando una situación de pánico que dejará sobre la mesa más víctimas que las que produjo la catástrofe inicial.

Twitter permite crear, según Deb Roy @dkroy, una red de testigos presenciales cuya escala aún no conocemos. Esto nos lleva a hacernos, como gestores de emergencias, las siguientes preguntas:

1.    ¿Es Twitter un canal de información sincrónico, ubicuo y relevante?
2.  ¿Es Twitter un canal solvente de recogida de información útil para la gestión de emergencias?
3.    ¿Es posible frenar los bulos en la red?

Respondamos en la medida de lo posible.

1.    Ciertamente no cabe ninguna duda de que Twitter es un canal sincrónico y ubicuo de información sobre emergencias con millones de testigos repartidos por todo el mundo. Es la mayor red de reporteros existentes y eso mismo lo vuelve especialmente relevante. Tal es así, que el periodismo la usa de forma constante para obtener información de último minuto de fuentes antes inaccesibles.



2.    Sin duda es una canal de recogida de información de emergencia, pero requiere de mucha mano de obra para ser capaz de cribar lo relevante de lo que no lo es, al tiempo que se discrimina lo verdadero de lo falso. Para que esa toma de datos mejorara Twitter debería implementar herramientas capaces de ayudar a determinar la procedencia de las informaciones de emergencia en función de cruzar tres datos esenciales: la hora del tweet, le geolocalización del tweet y el autor del tweet. Tres informaciones esenciales que permiten centrar la búsqueda de datos relevantes sobre un incidente. 500 millones de tweets/día y 241 millones de usuarios creo que se merecen, al menos, una reflexión. 




3.   Equipos VOST por todo el mundo, trabajando codo con codo con los centros de coordinación de emergencias lo intentan día a día y lo logran en el trabajo ordinario. Sin embargo, sólo es cuestión de tiempo que se vean desbordados por una gran catástrofe. Es imposible, si se me permite la metáfora, que 100 bomberos frenen un tsunami. Cómo explicó magníficamente Deb Roy en #TATGranada14:


     Esa misma fuerza de la naturaleza es la que redistribuye el rumor. Siendo así, sólo es cuestión de tiempo que una gran catástrofe llegue a amplificar la tragedia causando un incidente de mayores proporciones que el original. Ese día el pánico se apoderará de la situación generando graves daños. ¿Cómo puede frenarse esto? En mi opinión, es de vital importante para la sociedad y para Twitter, armar una solución. 

     ¿Por qué vía? Por la de la identificación automática de dos elementos: la fuente origen del rumor y los nodos más influyentes de redistribución del mismo. Y entiendo, para ello debemos saber cuáles son los atributos del generador de rumores. Algunos ya los conocemos (pocos seguidores, identidad oculta, sin avatar que le identifique, no se encuentra en el lugar de los hechos, perfil de troll, no aporta pruebas gráficas, o las que aporta son imágenes usadas previamente que no corresponden al incidente,). Pero es obvio que será imposible localizarles hasta que su tweet no esté siendo ya viralizado. 



     Cuando se tuitea a un ritmo de 6.000 tweets/sg (terremoto de Japón 2.011) va a ser casi imposible detectarles monitorizando el hashtag o determinas keywords. Así, la herramienta que se desarrolle debe ser capaz de alertar de la rápida expansión de un tweet dentro de un hashtag. Se pondría entonces en conexión con el creador del mismo con el fin de determinar rápidamente, a través de su perfil, la fiabilidad del mismo y cruzar estos datos con las informaciones que poseen las autoridades que dirigen la emergencia. Por lo tanto, en mi opinión, sólo es posible frenarlo si se desarrolla algún tipo de herramienta por parte de Twitter que lo permita.