jueves, abril 04, 2013



Rumores en emergencias 2.0 El talón de Aquiles de la red


No cabe duda que desde el mundo es mundo los rumores han ido asociados a guerras y catástrofes naturales. Cuanto más cerca se estaba del ágora pública más fácil era obtener informaciones aunque fueran distorsionadas. Ejemplos en la historia hay muchos. De hecho ya en 1950 los estudios realizados por Prasad demostraron que en los últimos 1.000 años el mismo tipo de rumores se repiten en los terremotos de todo el mundo. Por lo tanto, no debemos ahora asustarnos porque este mismo tipo de bulos proliferen en Twitter. Está en nuestra naturaleza. Además, como dice Patrick Meir cuanto más preciso es el contenido del tweet y más grave lo que cuenta más posibilidades de RT tiene entre aquellos con menos capacidad de pensamiento crítico.

Pero a esto le debemos unir, en mi opinión, otro elemento que Citan Nicholas A. Christakis y James H. Fowler en su libro Conectados; "Estar en el centro de la red facilita el acceso a los rumores y también el hecho de ser capaz de contagiarse por los bulos". Es decir, superpongamos dos redes una offline y otra online. En el entorno analógico próximo a la tragedia las personas más directamente implicadas en la misma son muchos más susceptibles de propagar rumores ante la incertidumbre que les genera la falta de información contrastada. Esto hace muy necesario que los servicios de emergencia empleen recursos para evitar la propagación de rumores en la fase de control de la emergencia porque, de hacerlo después, los rumores serán difícilmente controlables.

Redes sociales nodos
Fte: www.madridmasd.org En negro y granate nodos centrales y en amarillo nodo en la periferia de la red


Pero hoy en día esas mismas personas que están en el entorno analógico tienen capacidad de difusión sincrónica del rumor en las redes sociales. Además, al estar próximos al epicentro del desastre, y al ser capaces de documentar gráficamente la tragedia, su capacidad de viralización será mucho más alta. No desdeñemos que muchos de esos tweets asociados a un hashtag pueden servir de documento informativo a los medios de comunicación tradicionales.

bulos y periodismo ciudadanos en emergencias
La proximidad a la tragedia facilita la difusión de la información

El Talón de Aquilés esta en el centro de la red

Pero hay un factor más que no debemos desdeñar y es que dentro de la propia arquitectura de la red virtual (volvamos a Twitter) aquellas personas más próximas al centro de la red, es decir las que más conexiones poseen y por lo tanto más influyentes son, tienen también más capacidad de difundir rumores y más posibilidad de hacerlo al recibir más información. Si le sumáramos en ese caso una menor capacidad de pensamiento crítico en algunas de ellas, los riesgos serían mayores.

Así las cosas, a la hora de frenar la propagación del rumor es preferible destinar esfuerzos de evaluación, análisis y contención a aquellos nodos situados en el centro de la red y no a los que están en la periferia de la misma y posean baja conectividad. Estos últimos tienen lógicamente una menor capacidad de diseminación informativa.

Además, como dicen Christakis y Fowler, “Las conexiones densas (mayor transitividad) pueden aislar al grupo de influencias beneficiosas externas”. Entendemos aquí por mayor transitividad aquella que se produce constantemente con pocas personas. Es decir, quienes están en la periferia de la red, y poseen pocas conexiones con siempre las mismas personas, son menos influenciables para lo bueno y para lo mano. Tienen menos capacidad de recibir información y también de diseminarla. Volquémonos por lo tanto en la interacción con aquellas conexiones del centro de la red pare hacerles ver que están transmitiendo bulos y poder atajarlos

Así las cosas,  las RRSS están exportando nuestros modos de comportarnos del offline al online. Eso sí con  mucha mayor capacidad de diseminación y a una velocidad mucho más alta. No ha cambiado nada en nuestra forma de comportarnos ante las catástrofes en los últimos 1.000 años, sólo que nuestra potencia de fuego es exponencialmente mayor.