Rumores en emergencias 2.0 El talón de Aquiles de la red
No cabe duda que
desde el mundo es mundo los rumores han ido asociados a guerras y catástrofes
naturales. Cuanto más cerca se estaba del ágora pública más fácil era obtener
informaciones aunque fueran distorsionadas. Ejemplos en la historia hay muchos.
De hecho ya en 1950 los estudios realizados por Prasad demostraron que en los
últimos 1.000 años el mismo tipo de rumores se repiten en los terremotos de todo
el mundo. Por lo tanto, no debemos ahora asustarnos porque este mismo tipo de
bulos proliferen en Twitter. Está en nuestra naturaleza. Además, como dice
Patrick Meir cuanto más preciso es el contenido del tweet y más grave lo que
cuenta más posibilidades de RT tiene entre aquellos con menos capacidad de
pensamiento crítico.
Pero a esto le debemos unir, en mi opinión, otro elemento que
Citan Nicholas A. Christakis y James H. Fowler en su libro Conectados; "Estar
en el centro de la red facilita el acceso a los rumores y también el hecho de
ser capaz de contagiarse por los bulos". Es decir, superpongamos dos redes una
offline y otra online. En el entorno analógico próximo a la tragedia las
personas más directamente implicadas en la misma son muchos más susceptibles de
propagar rumores ante la incertidumbre que les genera la falta de información
contrastada. Esto hace muy necesario que los servicios de emergencia empleen
recursos para evitar la propagación de rumores en la fase de control de la
emergencia porque, de hacerlo después, los rumores serán difícilmente
controlables.
Fte: www.madridmasd.org En negro y granate nodos centrales y en amarillo nodo en la periferia de la red |
Pero hoy en día esas mismas personas que están en el entorno
analógico tienen capacidad de difusión sincrónica del rumor en las redes sociales.
Además, al estar próximos al epicentro del desastre, y al ser capaces de
documentar gráficamente la tragedia, su capacidad de viralización será mucho más
alta. No desdeñemos que muchos de esos tweets asociados a un hashtag pueden
servir de documento informativo a los medios de comunicación tradicionales.
La proximidad a la tragedia facilita la difusión de la información |
El Talón de Aquilés esta en el centro de la red
Pero hay un factor más que no debemos desdeñar y es que dentro
de la propia arquitectura de la red virtual (volvamos a Twitter) aquellas
personas más próximas al centro de la red, es decir las que más conexiones
poseen y por lo tanto más influyentes son, tienen también más capacidad de
difundir rumores y más posibilidad de hacerlo al recibir más información. Si le
sumáramos en ese caso una menor capacidad de pensamiento crítico en algunas de ellas, los riesgos
serían mayores.
Así las cosas, a la hora de frenar la propagación del rumor
es preferible destinar esfuerzos de evaluación, análisis y contención a
aquellos nodos situados en el centro de la red y no a los que están en la
periferia de la misma y posean baja conectividad. Estos últimos tienen lógicamente una menor capacidad de diseminación informativa.
Además, como dicen Christakis y Fowler, “Las conexiones
densas (mayor transitividad) pueden aislar al grupo de influencias beneficiosas
externas”. Entendemos aquí por mayor transitividad aquella que se produce
constantemente con pocas personas. Es decir, quienes están en la periferia de
la red, y poseen pocas conexiones con siempre las mismas personas, son menos
influenciables para lo bueno y para lo mano. Tienen menos capacidad de recibir
información y también de diseminarla. Volquémonos por lo tanto en la interacción
con aquellas conexiones del centro de la red pare hacerles ver que están transmitiendo
bulos y poder atajarlos
Así las cosas, las
RRSS están exportando nuestros modos de comportarnos del offline al online. Eso
sí con mucha mayor capacidad de
diseminación y a una velocidad mucho más alta. No ha cambiado nada en nuestra
forma de comportarnos ante las catástrofes en los últimos 1.000 años, sólo que
nuestra potencia de fuego es exponencialmente mayor.